La nave espacial que explotó es un sistema de transporte totalmente reutilizable diseñado para llevar tanto a la tripulación como a la carga a la órbita de la Tierra, la Luna, Marte y más allá, según SpaceX.
El vuelo de prueba anterior terminó con una explosión en diciembre.
El prototipo despegó sin problemas a las 15:30 hora local (20:30 GMT) y apagó sus motores al alcanzar una altura de 10 kilómetros, luego realizó una serie de maniobras de prueba en posición horizontal.
Allí fue cuando el cohete intentó volver a la posición vertical para aterrizar cuando empezaron los problemas, ya que las imágenes muestran que entró demasiado rápido y en un mal ángulo.