Los fabricantes incluso ocultan las cámaras. El smartphone tampoco tendrá altavoces: la pantalla servirá de fuente de sonido.
Al no tener ningún puerto para conectar el teléfono por cable al cargador, se utilizarán carga y auriculares inalámbricos.
Y para encender el teléfono, habrá que colocar el dedo en el lector de huellas.
Tampoco hay bandeja para las tarjetas SIM: en su lugar se utilizará la eSIM.