El Parlamento estonio emitió el 15 de febrero una declaración en defensa de las libertades cívicas en Rusia, instando a aplicar una política de sanciones antirrusas, según informó la oficina de prensa de ese organismo.
"El hecho sigue siendo la adopción de la declaración, que agrega mucha negatividad al ambiente ya bastante tenso de las relaciones ruso-estonias", dice la embajada.
Añade que "si ese fue el propósito de tal declaración, sus promotores, completamente sumergidos en el pantano de la rusofobia, parecen haberlo logrado".
"Lo que perdemos, sin embargo, es mucho más: la perspectiva de desarrollar una cooperación mutuamente beneficiosa en una atmósfera desprovista de temores artificiales y de cultivar una imagen de enemigo", puntualizó la misión diplomática.