El muelle tiene 155 metros de largo y está hecho de plástico sostenible y, según los responsables del proyecto, tiene una iluminación que funciona con energía solar.
"Cumplimos con todos los protocolos de bioseguridad que el Gobierno nos dicta. Además de cumplir con todos los protocolos, contamos con la seguridad marina naval de la plataforma en la cual la Marina siempre nos viene a supervisar", explicó Juan Carlos Iglesias, el empresario que encabeza el proyecto.
Los huéspedes del hotel Maliah Beach Club ya están recorriendo este muelle flotante. Este atractivo, si bien es un proyecto privado, está abierto para todas las personas que quieran visitarlo y así caminar literalmente sobre las olas del mar por una tarifa accesible.