"La cuestión de la expansión y el reforzamiento de la base militar rusa en el territorio de Armenia siempre estuvo en la agenda, (...) la ampliación de las capacidades de la base implica automáticamente el aumento de las posibilidades de la agrupación conjunta que opera en la región de seguridad colectiva del Cáucaso", dijo el titular.
Arutunián precisó que su país lleva a cabo una reforma de su Ejército, y no descarta la posibilidad de producir en su territorio armamento ruso.
Al referirse a la posibilidad de abrir una segunda base militar rusa en el territorio armenio, el ministro advirtió que en este momento "no existe ninguna necesidad" de plasmar esa iniciativa.
Una base militar rusa está estacionada en Gyumri, norte de Armenia, según un acuerdo intergubernamental de 1995. En 2010, Ereván y Moscú prolongaron hasta el año 2044 la vigencia del acuerdo sobre el emplazamiento de la base, ampliando el plazo de permanencia de los 25 años iniciales a 49 años.
Situación en Nagorno Karabaj
El titular de Defensa armenio resaltó además la importancia de la presencia militar rusa en la zona del conflicto de Nagorno Karabaj, "gracias a la cual se logró primeramente un cese del fuego, y más tarde simplemente se impidió una catástrofe humanitaria".
"Creo que, gracias a los esfuerzos conjuntos con Rusia, será garantizada una paz duradera en la región", subrayó.
Las hostilidades en Nagorno Karabaj, que volvieron a estallar a fines de septiembre pasado y provocaron miles de muertos durante un mes y medio de combates, cesaron el 10 de noviembre en virtud de una declaración adoptada por los líderes de Armenia, Azerbaiyán y Rusia.
Por acuerdo entre las partes, Rusia envió fuerzas de paz a la zona del conflicto, por cinco años en un principio. El contingente, de unos 2.000 efectivos, se desplegó paralelamente a la retirada de fuerzas armenias desde los distritos azerbaiyanos de Agdam, Kelbecer (Kalbajar) y Lachín, ocupados durante la guerra de 1992-1994.
Conforme a la declaración tripartita, los bandos en conflicto han de permanecer en sus posiciones actuales, realizar un intercambio de prisioneros de guerra, otros detenidos y cuerpos de los caídos.
Los militares rusos ejercerán el control de la línea divisoria entre las fuerzas armenias y azerbaiyanas, así como del corredor de Lachín, que conecta a Nagorno Karabaj con Armenia.
Por su parte, Ereván deberá garantizar el transporte entre la república autónoma de Najicheván, el enclave azerbaiyano que se encuentra entre Armenia, Irán y Turquía, y las zonas del oeste de Azerbaiyán.