Como resultado del incidente, Le Castellet, un pueblo ubicado en los Alpes de Alta Provenza, se quedó sin luz más de tres horas. Los equipos de bomberos no tardaron mucho en sofocar el incendio. El piloto afortunadamente no resultó herido tras el accidente.
El alcalde de la localidad, Benoit Gouin, contó al medio local France Bleu que se encontraba al volante de su automóvil cuando vio el primer Rafale "hacer un estruendo infernal". "Luego, miré hacia arriba y vi la segunda aeronave", declaró el alcalde.
Añadió que pronto se dio cuenta de que algo andaba mal. "Estaba tan bajo que me dije a mi mismo: Ha pasado por debajo de las líneas eléctricas", recordó.
Más tarde, Gouin vio dos cables eléctricos en plena carretera y llamó a los servicios de emergencia.
"No hubo daños, sino molestias", admitió el alcalde.
El Ejército del Aire y del Espacio —que calificó el incidente de "extremadamente raro"— y la Gendarmería Aérea han abierto una investigación para determinar las causas de lo ocurrido.