"Las escenas vandálicas que hemos visto no representan a los jóvenes ni tienen nada que ver con la libertad de expresión", manifestó Montero en la rueda de prensa semanal del Ejecutivo tras el Consejo de Ministros.
El presidente español, Pedro Sánchez, ya se había pronunciado sobre los altercados tras el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél calificando de "inadmisible" el uso de "cualquier tipo de violencia" en una "democracia plena".
De forma similar y en nombre del Ejecutivo, Montero dijo este martes que "el Gobierno condena de forma rotunda los actos violentos y las escenas de pillaje y traslada su apoyo a las fuerzas de seguridad".
Sobre los acontecimientos de la última semana en Barcelona, ciudades de Cataluña y varios puntos de España, la portavoz española insistió que "poco tienen que ver con la reivindicación de la libertad de expresión".
También los separó de "la expresión de malestar de los jóvenes" en España por asuntos como la precariedad laboral o la crisis económica.
"Desligo estos hechos de las aspiraciones legítimas de jóvenes que han vivido dos crisis económicas consecutivas", insistió la portavoz española, que por otro lado relacionó los incidentes a "movimientos organizados con un interés para transmitir esta imagen".
Montero explicó que el modus operandi de los disturbios recuerda a otros episodios vividos con anterioridad en la ciudad de Barcelona con "quema de contenedores y graves agresiones" a los cuerpos de seguridad del Estado.
Por ello reiteró la "condena clara y explícita" del Gobierno de España y trasladó el apoyo a los cuerpos policiales implicados.
También recordó que como respuesta al encarcelamiento de Pablo Hasél el Ministerio de Justicia ya anunció una reforma del Código Penal en lo que respecta a los delitos relacionados con la libertad de expresión, por los que fue condenado este artista.