Según el medio que cita fuentes anónimas, el nivel de alerta se mantendrá elevado al menos durante los próximos días.
Los contratistas del Pentágono en Irak también redoblaron las medidas de seguridad. Así, en la base aérea de Balad, que fue atacada con cohetes la semana pasada, se restringieron las actividades entre las 6.30 de la tarde y las 5.00 de la mañana.
El Pentágono reveló el 26 de febrero que, por orden del presidente Joe Biden, las fuerzas de EEUU llevaron a cabo ataques aéreos contra la infraestructura utilizada por las milicias proiraníes en el este de Siria, en respuesta a los recientes ataques contra militares estadounidenses y aliados en Irak, y a las continuas amenazas a ese personal.
Según el Departamento de Defensa, se destruyeron múltiples instalaciones ubicadas en un punto de control fronterizo utilizado por varios grupos militantes respaldados por Irán, incluidos Kait'ib Hezbollah (KH) y Kait'ib Sayyid al Shuhada (KSS).
El 15 de febrero, una docena de cohetes alcanzaron la base aérea de Erbil en el Kurdistán iraquí, matando a un contratista civil e hiriendo a otras nueve personas; según los informes, un grupo militante chií se atribuyó la responsabilidad del ataque.