"En España hasta el momento se han notificado un total de 3.149.012 casos confirmados de COVID-19 y 71.138 fallecidos", resume el documento.
Aunque los efectos de la tercera oleada de contagios se siguen notando en el elevado coste en vidas, la incidencia acumulada (los casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días) sigue bajando hasta situarse en 149, muy por debajo de los 899 que se llegaron a alcanzar en el último pico de transmisión.
Por otro lado, aunque la cifra de fallecimientos de este 5 de marzo (637) es netamente superior a la comunicada el 4 de marzo (254), cabe destacar que esto no puede atribuirse directamente a un deterioro de la situación, ya que los retrasos de las distintas regiones a la hora de notificar sus cifras a veces crean cuellos de botella estadísticos.
Por regiones, Madrid sigue siendo el territorio con la peor situación epidemiológica, con una incidencia de 245, aunque la nota positiva es que la transmisión en la región capitalina también está en tendencia descendente.
De hecho, se trata de la primera vez que Madrid baja de 250 en lo que va de año, lo que sitúa ya a las 17 comunidades autónomas del país fuera de un escenario de "riesgo extremo", según los criterios del Ministerio de Sanidad.
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27 de febrero 2021, 08:00 GMT
Sin embargo, los enclaves norafricanos de Ceuta (290) y Melilla (391) siguen por encima de ese umbral.
Pese al descenso de los contagios, la situación en los sistemas asistenciales sigue siendo problemática.
Actualmente un total de 9.896 pacientes de COVID-19 se encuentran ingresados, ocupando el 7,88% de las camas en los hospitales públicos del país.
Casi 2.600 de estos pacientes tienen que ser atendidos en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), donde el 25,1% de las camas son destinadas a afectados por el coronavirus.
España está desde el 25 de octubre bajo un estado de alarma que permite a las regiones del país aplicar medidas restrictivas de la movilidad y la actividad social (toques de queda nocturno, limitación de reuniones, cierres perimetrales o clausura de bares) en función de la situación en cada territorio.
Después de que la relajación de las medidas en Navidad derivara en una tercera oleada de contagios, el país afronta ahora el reto de prepararse de cara a la Semana Santa sin cometer el mismo error, algo en lo que coinciden la mayor parte de las administraciones, aunque algunos territorios como Madrid o Canarias abogan por abrir la mano para facilitar la actividad turística.