"Desde 2018 presentamos a la Asamblea Legislativa una propuesta de Ley de Protección, pero a este Gobierno no ha mostrado interés en abordar ni un artículo", dijo a Sputnik Cárcamo, presidenta de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES).
Según el centro de monitoreo de APES, en los tres primeros meses de 2021 ya van 94 casos de vulneraciones de los derechos de los periodistas en el ejercicio de su profesión, y desde el Ejecutivo se mantiene un ataque contra los medios más críticos con la gestión del presidente Nayib Bukele.
A dos meses del cierre de la actual legislatura, recién este 15 de marzo la Asamblea comenzó la revisión de 15 de los 59 artículos del proyecto de ley presentado por APES junto a organizaciones de la sociedad civil y defensores de los derechos humanos.
Cárcamo alertó sobre la estigmatización de la prensa poco complaciente, y las agresiones y amenazas que suben de tono contra periodistas que el Gobierno señala como supuestos enemigos de Bukele y, por ende, de sus seguidores.
"Son alertas, y si no se hace algo podemos llegar a una situación como la que viven los colegas de Honduras, de asesinatos y desapariciones", admitió la reportera, quien ve un panorama muy complicado para su país en los próximos tres años.
El triunfo arrasador del oficialismo en las recientes elecciones legislativas y municipales le permitirá a Bukele gobernar los tres últimos años de su mandato sin contrapesos desde la Asamblea, con una oposición minoritaria y numéricamente irrelevante.
"Reclamamos que lo que reste de la actual legislatura se promuevan leyes que garanticen derechos para la prensa, y crear articulaciones con organizaciones internacionales para forzar al Gobierno a respetar nuestros derechos", enfatizó Cárcamo.
La dirigente de APES también abogó por un debate sobre buenas prácticas para la prensa estatal, que actualmente son más medios de propaganda que medios públicos.
En su conversación con Sputnik, Cárcamo señaló al presidente Bukele como el principal instigador de los estigmas contra la prensa, un problema que se agravó durante la pasada campaña electoral, durante los comicios y el posterior proceso de escrutinio.
Lamentó además la apatía de sus colegas para denunciar las vulneraciones sufridas, ya sea porque no confían en el sistema judicial, por temor a represalias o porque estiman que no es un interés real del Estado salvadoreño proteger la libertad de prensa.
Organizaciones internacionales como el observatorio Human Rights Watch o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresaron preocupación por la estigmatización del ejercicio periodístico en El Salvador durante la administración Bukele.