"Todos los esfuerzos de Kiev para recuperar Crimea son ilegítimos y solo se pueden interpretar como una agresión", dijo Zajárova en un comentario publicado en la página web de la Cancillería.
Precisó que "consideraremos la participación en esas acciones de cualquier país y organización (...) como un paso hostil respecto a Rusia, como una violación directa de su integridad territorial".
La portavoz de la Cancillería rusa enfatizó que "ninguna estrategia para obrar secretamente contra los residentes de Crimea, incluidas sanciones y bloqueo de agua, es capaz de restaurar su confianza".
Zajárova condenó la política de Kiev, señalando que la "promoción de neonazismo", la violación de derechos lingüísticos, culturales y de educación de minorías nacionales, la propaganda de rusofobia "alejan aún más de Kiev no solo a la Crimea rusa, sino también a las regiones y los ciudadanos de la propia Ucrania".
En este contexto llamó a las autoridades de Ucrania y otros países que apoyan sus iniciativas a respetar la decisión legítima de los residentes de Crimea y la integridad territorial de Rusia.
Crimea se escindió de Ucrania y se reincorporó a Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes —más del 96%— avaló esa opción, en respuesta al cambio violento de Gobierno en Kiev.
Moscú ha declarado en repetidas ocasiones que los habitantes de Crimea, de manera democrática y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, votaron a favor de la reunificación con Rusia.
Según el presidente ruso, Vladímir Putin, el tema de Crimea "está cerrado definitivamente".