El buque secuestrado el pasado 20 de marzo en el río Micay, en el departamento del Cauca. El destino final del narcosubmarino, según las autoridades, eran las costas mexicanas.
De acuerdo con las autoridades, la embarcación pertenecía a un grupo armado de guerrilleros disidentes de las FARC.
Se estima que el submarino tendría un coste de 500.000 dólares y sería capaz de transportar hasta ocho toneladas de cocaína a la vez.