El distrito de Charkh, que se encuentra a unos 90 kilómetros al este de Kabul, supuestamente pasó al control de los insurgentes el 21 de marzo por la noche, tras un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad.
Se desconocen las bajas que las fuerzas gubernamentales sufrieron en ese combate, pero una fuente dijo que optaron por "un repliegue táctico".
Por su parte, los talibanes afirmaron haber ocupado el centro de Charkh, incluida la residencia del gobernador y la sede de la Policía local.
Los insurgentes, citados por el canal Ariana News, dijeron también que las fuerzas afganas dispararon proyectiles de mortero durante la retirada causando la muerte de dos civiles en un mercado local e hiriendo a otros seis.
El Ministerio de Defensa afgano negó la ocupación de Charkh por los talibanes. Según el ente militar, la oficina del gobernador se trasladó a otro lugar.