"A nivel bilateral seguimos dialogando con los países miembros de la Unión Europea y esperamos continuar los contactos para resolver las divergencias", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una comparecencia ante la prensa.
Más temprano, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, constató que entre Rusia y la UE, como organización, no hay relaciones ya que fueron destruidas unilateralmente por Bruselas.
"Efectivamente, Bruselas interrumpió esos lazos. Ha sido una decisión de Bruselas y no de Moscú", enfatizó Peskov.
En este contexto, subrayó que el presidente Vladímir Putin es partidario de tener buenas relaciones con todos los países.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz del conflicto interno en Ucrania y la reunificación de Crimea con Rusia tras el referéndum celebrado en marzo de 2014, en el que más del 96% de los votantes avaló esta opción.
Ese mismo año, Estados Unidos, la UE y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia por su supuesto papel en la crisis ucraniana. Moscú respondió con un embargo alimentario.
La UE condiciona el levantamiento de las restricciones al cumplimiento por parte del Gobierno ucraniano y las milicias de Donbás de los acuerdos de Minsk que fue conseguido con la mediación de Rusia, Alemania y Francia.