Se estudiaron millones de puntos de datos para comparar colisiones protón-protón o protón-antiprotón, hasta que los científicos se convencieron de que habían visto resultados que solo serían posibles si existiera el odderon.
La comparación entre los dos tipos de colisiones reveló una diferencia clara en el intercambio de energía. Y esa diferencia es la evidencia del odderon.
De esta manera, se logró detectar la elusiva cuasipartícula cuya existencia se propuso como hipótesis por primera vez hace 50 años.
Este descubrimiento, descrito en el estudio publicado en la revista Physical Review Letters, también ayuda a llenar algunos de los vacíos en la idea moderna de la cromodinámica cuántica.
Al mismo tiempo, la tecnología especializada desarrollada para rastrear el odderon podría tener una variedad de otros usos en el futuro, por ejemplo, en instrumentos médicos, dice el artículo publicado en Science Alert.