Kirei nació el pasado 8 de noviembre, el día en el que falleció su madre. La mujer de 36 años, quien se encontraba en la 32 semana de embarazo, padecía coronavirus y unos días antes había sido conectada a un ventilador en un hospital de San Petersburgo (Rusia), informó el medio Fontanka.
El abuelo materno del recién nacido había muerto tres días antes a raíz de la misma enfermedad. Su abuela materna, la única pariente cercana que le restaba al bebé, perdió la vida cuatro días después de su nacimiento también debido a complicaciones resultantes del COVID-19, detalló el portal.
Pocos días después del nacimiento de Kirei, las autoridades de tutela de San Petersburgo recibieron dos solicitudes de custodia del recién nacido: una de un joven que se consideraba el padre biológico del bebé y otra de una pariente lejana de la madre del niño.
La primera audiencia sobre el caso de paternidad se llevará a cabo el 18 de abril. Para acelerar la búsqueda del padre biológico de Kirei, la oficina de la Defensoría del Pueblo para el derecho de la infancia de la ciudad de San Petersburgo ha realizado una prueba genética previa al juicio.
"Los resultados del examen genético mostraron que el padre potencial del niño no es el padre biológico. Por lo tanto, el niño pronto será enviado a su tía que vive en la república de Mordovia", informó el ente a Sputnik.
Desde el organismo agregaron que, de momento, el bebé se encuentra en un hogar de niños y goza de buena salud.