La educación virtual debido a la pandemia ha obligado a estudiantes y maestros a tomar medidas extremas como es el caso del profesor filipino Mark Anthony Tindog, quien dicta clases en línea para niños sordos.
Mark explicó que no pudo conseguir señal de Internet en la remota aldea donde vive, un problema común en Filipinas, así que buscó otro lugar desde donde podía dictar sus clases.
"Era muy difícil encontrar señal en nuestra zona hasta que descubrí que la recepción era mejor en la playa. Me mojé los pies con las olas, pero fue una experiencia única", señaló.
Las escuelas en Filipinas continúan cerradas debido al efecto devastador del COVID-19, por eso muchos profesores y alumnos buscan formas alternativas para no suspender su programa escolar, al igual que sucede en muchos otros países del mundo.