El evento, que conmemora el 60 aniversario del primer vuelo humano en el espacio, el de Yuri Gagarin, fue organizado por la Casa Rusa en Buenos Aires y el Planetario argentino, y fue transmitido por el canal de YouTube de esta última entidad.
La transmisión de la charla también pudo ser disfrutada por los habitantes de Chile, Brasil y Colombia.
Los niños le preguntaron a Revin sobre las dificultades que tuvo que superar durante el vuelo, sobre cómo se sintió en el espacio y de qué modo esa experiencia cambió su modo de percibir el mundo.
"Surge una comprensión de que nuestra organización humana se encuentra sola. Sí, cuando están en la Tierra, entre otras personas, no lo sentimos así, somos miles de millones. Cuando miras la Tierra, te das cuenta de que es única: las personas son únicas, los ecosistemas del planeta. Y cuando miras en la dirección opuesta a la Tierra, en la dirección del espacio infinito, te das cuenta de que si hay seres inteligentes, están infinitamente lejos", aseguró el cosmonauta.
Revin, no obstante, calificó de "fuerte" la civilización terrestre, y aseguró que "trabajando juntos", se logran hacer "cosas increíbles como la Estación Espacial Internacional".
Al referirse a la posibilidad de efectuar viajes espaciales a otros planetas, por ejemplo, a Marte, el cosmonauta destacó que se trata de una tarea más "complicada".
"Todavía no hemos aprendido a protegernos de la radiación", afirmó, y agregó que en los vuelos alrededor de la Tierra los miembros de la tripulación de la Estación Espacial Internacional están protegidos por la magnetósfera terrestre.
Revin recordó que en el espacio abierto "ya no existe la protección que tiene la Tierra", y por eso los vuelos lejanos por el momento representan un gran problema.
"Es posible que los científicos se les ocurra algo, se maneja la idea de cambiar los órganos humanos más susceptibles a la radiación por órganos artificiales, pero hay mucho trabajo por hacer", agregó el viajero espacial.