Desde tierra y en el mar, en distintos confines del Reino Unido, de sus antiguas colonias y otros territorios dependientes de la Corona británica, se lanzaron 41 rondas de disparos y cañonazos en memoria del más longevo consorte real en la historia del país.
Buques de la armada británica como el Diamond y el Montrose dispararon sus cañones, a partir de las 11 horas GMT, en despedida del duque de Edimburgo, quien combatió en la Segunda Guerra Mundial como oficial de la Marina Real.
Las campanas de la catedral de York, entre otros templos, repicaron 99 veces, una por cada año de la extraordinaria vida del padre y abuelo de los dos directos sucesores al trono británico, los príncipes Carlos y Guillermo.
Se ha impuesto luto nacional en el país, en principio de ocho jornadas, hasta el 17 de abril, cuando se espera que se celebren las exequias fúnebres.
Las restricciones del COVID-19 limitan a 30 el número de asistentes a un funeral, entre los que se anticipa la presencia del duque de Sussex, de acuerdo con medios británicos.
En ese caso, el príncipe Enrique viajaría al Reino Unido sin su mujer e hijo, dado el avanzado estado de embarazo de Meghan Markle.
De confirmarse los rumores marcaría el reencuentro del duque con Isabel II y el resto de la casa real desde la emisión de la polémica entrevista de la pareja, en la que alegan conductas racistas en la corte.
El príncipe Felipe falleció el 9 de abril, con 99 años de edad, en el castillo de Windsor, donde estuvo confinado gran parte de la pandemia junto a la Reina.
En marzo, fue hospitalizado durante un mes con dolencias cardíacas y una infección no relacionada con el coronavirus, según indicaron fuentes palaciegas. El 10 de junio habría cumplido 100 años.