El 12 de abril de 1961, a las 6:07 A.M. UTC, se lanzó la nave espacial Vostok 1 desde el Cosmódromo de Baikonur con Yuri Gagarin a bordo. El ingeniero jefe del programa fue Serguéi Koroliov, el arquitecto principal de la cosmonáutica soviética.
Gagarin usaba el distintivo de llamada Kedr —cedro, árbol que crece en Siberia— y durante el lanzamiento del cohete se registró por radio el siguiente diálogo entre la sala de control y el cosmonauta.
Koroliov: Etapa preliminar... intermedia... principal... ¡Despegue! Le deseamos un buen vuelo. Todo está en orden.
Gagarin: ¡Vamos! Adiós, hasta pronto, queridos amigos.
En la órbita, el cosmonauta daba cuenta de sus sensaciones, del estado de la nave y de sus observaciones. A través de una ventana, miraba la Tierra, sus nubes, las montañas, los bosques, los ríos y los mares. También era capaz de ver el cielo y el Sol y otras estrellas durante la parte del vuelo a la sombra de la Tierra. Las vistas le asombraron con su belleza.