El joven afroamericano Daunte Wright, fue detenido por una infracción de tráfico, pero una agente de la Policía le disparó cuando este intentó subir de nuevo a su auto. Según las autoridades, la agente quería usar un taser contra Wright, pero lo confundió con su pistola y le disparó al joven, que falleció a causa de la herida.
La indignación por lo ocurrido ha causado una oleada de protestas tanto en Brooklyn Center, como en otras ciudades de EEUU. Las manifestaciones se volvieron violentas y hubo saqueos, por lo que la Policía empleó gases lacrimógenos para dispersar a las multitudes. También fueron desplegadas unidades de la Guardia Nacional para controlar la situación en la localidad a las afueras de Minneapolis.
Al menos 40 personas fueron detenidas y las autoridades incluso han impuesto un toque de queda. El alcalde de la ciudad, Mike Elliot, pidió a los manifestantes que volvieran a sus casas y dijo que no debe haber "más mártires". Por su parte, el presidente de EEUU, Joe Biden, calificó la muerte de Wright como una tragedia.