La antigüedad de este hallazgo pudo ser determinada gracias a los restos de granos de cebada que estaban junto al fragmento con la inscripción.
El estudio sugiere que se trata de un alfabeto hasta ahora desconocido por la ciencia. Además, creen que este hallazgo aclara el eslabón perdido del origen del alfabeto entre el periodo de la antigua escritura egipcia en el siglo XIX a. C. y la aparición del alfabeto habitual en Oriente Medio alrededor del siglo XIII a. C.
Por el momento, los investigadores no consiguieron descifrar lo que estaba escrito en los fragmentos hallados debido a que no están completos y son demasiado pequeños, por lo que tampoco pudieron determinar si este alfabeto se leía de izquierda a derecha o viceversa.
Aun así, consideran que este no deja de ser un hallazgo sin precedentes al tratarse de la inscripción alfabética más antigua.