El pasado 22 de abril, EEUU notificó a Turquía formalmente acerca de su exclusión del programa de producción de los cazas F-35.
El país norteamericano anuló un memorando conjunto sobre la producción del F-35 suscrito por Turquía en enero de 2007. En el documento, Ankara se había comprometido a comprar 100 aeronaves F-35, además de participar en la producción de más de 1.000 componentes para estos aviones.
Rusia, por su parte, está preparada no sólo para proporcionar algunos de sus más avanzados cazas a Turquía —el Su-57 de quinta generación y el Su-35 de la generación 4++—, como también cooperar en el desarrollo de un avión de combate turco, informó Valeria Reshétnikova, secretaria de prensa del Servicio Federal de Cooperación Técnico-Militar de Rusia.
El 11 de marzo, el ministro de Industria y Tecnología turco, Mustafa Varank, dijo a Sputnik que Turquía no excluye la posibilidad de comprar cazas rusos, pero prioriza desarrollar sus propias aeronaves de quinta generación.
La crisis en la relación entre EEUU y Turquía fue provocada por la decisión del último de comprar sistemas de defensa aérea S-400 de fabricación rusa en lugar de los Patriots estadounidenses.