El gatito estaba balanceándose por encima de la puerta y el dintel observando a su dueño que pasaba de lado. Sin embargo, el hombre —cuyo reflejo se ve en el espejo— no entró en la habitación donde lo esperaba el felino.
El gato lo observó curiosamente. En este mismo momento la puerta se abrió y el animal cayó al suelo al perder el equilibrio.