"Insto a Israel a que cese las demoliciones y los desalojos, en consonancia con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario", dijo Wennesland.
El enviado especial expresó su profunda preocupación por el aumento de las tensiones y la violencia en la Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Este, desde el comienzo del mes sagrado del Ramadán.
"Reitero que las fuerzas de seguridad israelíes deben ejercer la máxima contención y utilizar la fuerza letal sólo cuando sea estrictamente inevitable para proteger la vida", añadió.
Wennesland dijo que una mujer y un niño palestinos murieron en incidentes separados por las fuerzas israelíes en medio de los enfrentamientos.
Además, los últimos desalojos de familias de refugiados palestinos en Sheikh Jarrah y otros barrios de la Jerusalén oriental ocupada son también muy preocupantes, dijo.
El representante especial de la ONU pidió además a todos los líderes políticos, religiosos y comunitarios de ambas partes que denuncien los hechos de violencia, advirtiendo que la situación podría salirse de control si no se aborda.