Por desgracia, ha caído en la trampa de la popular noción entre los entusiastas del motor de que los auténticos pilotos no necesitan ayudas electrónicas, como el control de tracción, para manejar sus bólidos. Como se puede ver en las imágenes, el conductor de este Ferrari bajó un par de marchas para acelerar con un gran estruendo del motor.
Sin embargo, 710 caballos de potencia que son transmitidos solamente a las ruedas traseras no perdonan aceleraciones tan bruscas si uno no sabe manejarlos. Como resultado de ello, el superdeportivo acaba derrapando y saltando sobre el borde de la carretera para ser frenado por una valla.
Afortunadamente, en este accidente solo ha sufrido el autoestima del dueño de este Ferrari, que según el autor del vídeo, solo lo tuvo por un día.