En su mensaje con motivo del Día de Europa, que se celebra cada 9 de mayo, Erdogan enfatizó, que "el mayor obstáculo de la Unión para convertirse en un actor global fuerte es la falta de paciencia y visión estratégicas".
La UE, subrayó, necesita "revisar sus mecanismos de toma de decisiones" y elaborar "una nueva estructura institucional".
"Es obvio que la Unión no puede resistir con fuerza sin la contribución y el apoyo de nuestro país", acotó.
Turquía, aseguró Erdogan, como parte de Europa en los aspectos históricos, geográficos y humanos, "está dispuesta a hacer su contribución para resolver los problemas a los que se enfrenta la Unión".
Turquía continúa esforzándose por adherirse a la UE "pese a dobles estándares y obstáculos" en su camino.
En 1963 Turquía suscribió el Tratado de asociación con la Comunidad Económica Europea, predecesora de la UE, y luego, en 1987, presentó su candidatura para convertirse en miembro de pleno derecho del bloque.
Las negociaciones sobre la adhesión del país otomano comenzaron solo en 2005, pero fueron suspendidas repetidamente por las discrepancias respecto al problema de Chipre.
En marzo de 2016 Bruselas desbloqueó las conversaciones al respecto, con la condición de que el Gobierno turco se comprometiera a contribuir a la disminución del flujo de refugiados hacia Europa.
No obstante, las relaciones entre Turquía y el bloque europeo volvieron a agudizarse tras un intento de golpe de Estado en 2016 en el país otomano, al que Ankara respondió con detenciones y otras represalias provocando duras críticas por parte de la UE y una nueva suspensión de las negociaciones.