El documento firmado por el gobernador precisa que la medida estará vigente 30 días y podría ser prolongada.
La compañía Colonial Pipeline que gestiona el sistema de oleoductos de productos refinados más grande del país, transportando más de 100 millones de galones de combustible diariamente desde Houston, en Texas (sur) hasta el puerto de Nueva York (noreste), detuvo el pasado 7 de mayo todas sus operaciones por un ciberataque con un virus extorsionador.
La paralización del servicio provocó el alza de los precios mayoristas de la gasolina.
El Gobierno estadounidense suspendió las normas antipolución para facilitar el transporte del combustible en camiones.
Algunos grandes medios de comunicación estadounidenses, antes de que empiece una investigación, se apresuraron en acusar a Rusia del ciberataque, aunque la Casa Blanca no ha confirmado esas especulaciones.
El 10 de mayo el presidente Joe Biden, reconoció que no tenían evidencia de que Moscú esté involucrado en el suceso.
La embajada de Rusia en Washington calificó de infundadas las conjeturas de los medios dominantes.