El 10 de mayo, un grupo de expertos recomendó al Gobierno prohibir el uso de las vacunas AstraZeneca y Johnson & Johnson en el reino.
La aplicación del fármaco de J&J en Noruega todavía está suspendida, pero los ciudadanos tienen la opción de recibir una inyección de este medicamento de forma voluntaria.
La primera ministra Erna Solberg dijo en una conferencia de prensa que la decisión se tomó debido a los efectos secundarios "raros pero graves" de las vacunas que se fabrican con base en los adenovirus.