Los disturbios y hostilidades comenzaron después de las protestas contra los desalojos de palestinos en un vecindario de Jerusalén Oriental. La escalada ha superado los límites de la ciudad sagrada, llegando incluso a un intercambio de ataques con misiles desde Gaza a las zonas sur de Israel y ataques aéreos en represaría por parte de las Fuerzas Armadas del país hebreo. Se reportan numerosas víctimas en ambos bandos.