Según anunció este 20 de mayo la portavoz del Ministerio ruso de Interior, Irina Volk, el escondite de las joyas, valoradas en 160 millones de rublos (2,14 millones de dólares), fue descubierto en un bosque de Kazán, ciudad donde habían sido sustraídas hace casi tres años.
El hallazgo pone punto final a una detectivesca historia que se remonta a julio de 2018, cuando en el recinto de la Feria de Kazán desapareció un maletín con brillantes y otras joyas pertenecientes a una empresa rusa de joyería.
"La policía identificó al presunto autor del hurto como Edgar Alejandro Valero Valero, un ciudadano de Colombia que, según la investigación, había participado en el embalaje del valioso cargamento. Se emitió una orden internacional de busca y captura contra el individuo", relató la funcionaria.
Más de un año después, en septiembre de 2019, el sospechoso fue localizado y detenido en Argentina, país que lo extraditó a Rusia en marzo pasado.
"El colombiano confesó que había escondido su botín en una zona boscosa de Kazán. Debido a que el acusado no precisó la ubicación del escondite, los agentes tuvieron que peinar una gran área hasta que dieron finalmente con las joyas repartidas en cuatro bolsas de plástico", indicó la portavoz.
El Ministerio de Interior devolverá próximamente las joyas recuperadas a su propietario legítimo, concluyó.