La caravana recorrió más de 60 kilómetros, desde el Parque Olímpico, hasta el Parque del Flamengo y generó grandes aglomeraciones, algo prohibido en la ciudad por las restricciones de la pandemia.
Bolsonaro estuvo acompañado del exministro de Salud Eduardo Pazuello y otros políticos de ultraderecha, ninguno de ellos usaba máscara contra el COVID-19.
Los simpatizantes mostraban lemas con frases como 'Yo autorizo', en referencia a medidas por parte del presidente Bolsonaro que limiten el poder del Tribunal Supremo y otras instituciones democráticas.
Además de esas referencias a un eventual golpe, los simpatizantes del presidente también exigían una reforma del sistema electoral para que se incluya el voto impreso, ya que defienden que el actual sistema (urnas electrónicas) da pie a fraude.
Esa es una de las principales narrativas de Bolsonaro de cara a las elecciones presidenciales de 2022.