"El 16 de junio estaremos empezando con las tareas de arranque de la planta de Bulo Bulo", dijo en conferencia de prensa el presidente de YPFB, Wilson Zelaya, al informar sobre una reciente inspección al complejo industrial de 900 millones de dólares construido durante el pasado Gobierno de Evo Morales (2006-2019).
La gigantesca planta levantada cerca de campos productores de gas en el departamento de Cochabamba fue paralizada por Áñez, arguyendo dificultades técnicas y económicas, pero según el actual Gobierno los problemas surgieron con la detención abrupta de la producción, que habría dañado sistemas de alta tecnología.
La planta, construida por el grupo coreano Samsung, puede producir hasta 650.000 toneladas anuales de urea, que se destinan principalmente a mercados extranjeros.
Mercado
Zelaya expresó optimismo porque, ante la próxima reactivación de la planta, varias empresas de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay han presentado solicitudes anticipadas de urea que suman una demanda de 1,4 millones de toneladas, o poco más del doble de la producción anual.
La industria de Bulo Bulo podría atender esa demanda externa porque el mercado interno requiere menos de 50.000 toneladas anuales de ese fertilizante, según reportes previos de YPFB.
Zelaya dijo que los trabajos de rehabilitación de la fábrica, los cuales incluían la reposición de varios equipos provistos por Samsung, tenían un avance de 85%.
Unas 200 personas, incluidos 35 técnicos extranjeros, trabajan actualmente en Bulo Bulo, añadió.
El Gobierno ha anunciado por separado la reanudación de las obras de un ferrocarril entre Bulo Bulo y el departamento oriental de Santa Cruz (este), desde donde la urea sería transportada al extranjero.