La Policía Federal dijo que estos mineros de oro intentaron destrozar los vehículos y los helicópteros que eran empleados para llevar a cabo una operación contra estos mineros.
La organización paraguas indígena APIB denunció que la casa de la líder de mujeres de esa aldea, María Leusa, fue incendiada y reducida a cenizas durante el ataque.
Los indígenas deducen que se trató de una represalia por la operación policial que buscaba proteger las tierras originarias.
Según los pueblos originarios, los ataques de mineros ilegales que buscan oro han aumentado contra sus comunidades desde que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro apoyara la legalización de la minería y actividades comerciales en tierras indígenas.
En tanto, la policía desplegó más oficiales e inspectores ambientales y de asuntos indígenas por órdenes de la Corte Suprema de Brasil con el fin de proteger a los pueblos originarios y detener la minería ilegal.