"Si ven subir el agua, no esperen a la advertencia oficial, diríjanse a un lugar elevado y manténganse alejados de la inundación", advirtió el departamento de defensa civil.
En la región cayeron las mayores lluvias de los últimos cien años.
Como resultado, se desbordaron los ríos, los puentes quedaron destruidos, las carreteras fueron cerradas y se teme que el agua pueda romper las presas y casi 4.000 casas queden inundadas en la ciudad de Ashburton.
A las operaciones de rescate se sumaron el Ejército y las fuerzas aéreas.
"Las fuerzas armadas de Nueva Zelanda rescataron a más de 50 personas y siguen ayudando a las autoridades civiles tras la gran inundación en la región de Canterbury", destaca un comunicado castrense.
Las autoridades preparan un plan de evacuación y emergencia.