"Los profesionales del tango no podemos trabajar. Básicamente por las restricciones, no hay milongas y las personas que salimos a bailar a la calle muchas veces somos reprimidas y sacadas de los espacios públicos", manifestó Matías Abel Acosta, bailarín de tango.
Al ritmo del dos por cuatro, los bailarines de diferentes edades protestaron este 29 de mayo dando un miniespectáculo a quienes transitaban por la zona.
Los locales de tango en Argentina están cerrados desde el 20 de marzo de 2020. El país atraviesa lo que las autoridades nacionales han llamado "la etapa más dura" de la pandemia.
"No solo bailamos, sino que vivimos del tango, vivimos de bailar en los espacios públicos, en restaurantes, dando clases y justamente en el país que vio nacer el tango estamos imposibilitados de trabajar, estamos imposibilitados de bailar", se quejó Jessica Rodríguez.
"Somos una verdadera cultura realmente milonguera y tanguera y queremos expresarnos y protestar más allá del COVID -19, más allá de lo que sea, porque el tango para nosotros es nuestra forma de vida, nuestra manera de vida", argumentó la bailarina Luciana Fuentes.
Según el Ministerio de Salud de Argentina, 77.456 personas han perdido la vida y 3,7 millones se han contagiado desde el inicio de la pandemia hasta el 30 de mayo.