Yuri Smitiuk ganó en la categoría paisaje con su obra Niebla mágica. La foto se registró en la época en que el frío primaveral da lugar a un clima cálido, generando una bruma casi mística sobre Vladivostok, en el Lejano Oriente de Rusia.
La instantánea tomada por Yulia Belyakova en Yaroslavl se llevó el oro en la categoría las muchas caras de Rusia. En la obra, titulada Columpio alado, se ve a una bisabuela jugando con su bisnieta.
La victoria en la categoría la magia del agua quedó en manos de Denís Degtiarev. Su obra Cosmos retrata una medusa cerca de la superficie del agua en el mar Blanco, en la costa noroeste de Rusia.
Alexéi Tsiler ganó en la categoría proyecto fotográfico con Detrás del ballet, una mirada entre las bambalinas de una academia de ballet durante una actuación.
La instantánea vencedora en la categoría tomada con un smartphone retrata al Expreso Ruskeala, visto desde el monte Herniamaki, en la República de Carelia. Para hacer este registro fotográfico, Alexandr Derzhavin viajó especialmente a la región, averiguó la hora de salida del tren y su ruta y llegó con anticipación al monte ubicado en el pueblo de Heliulia.
El monasterio de Kazán en la ciudad de Tambov, capturado por Valeri Gorbunov durante una neblinosa mañana de mayo, le dio al fotógrafo una victoria en la categoría Rusia a vista de pájaro.
Iván Naumenko se llevó el premio máximo en la categoría Animales salvajes con Gravedad cero. La foto tomada desde dentro del agua muestra la inesperadamente colorida parte inferior del cuerpo de una rana verde ordinaria.
La fotógrafa Svetlana Ivanenko registró el hermoso baile que hacen las libélulas macho para conquistar a las hembras. Bailando sobre el agua ganó en la categoría Arte de la vida silvestre.
En la obra Director de orquesta, Evgueni Mazurin registró una típica y helada mañana de febrero en el lago Svetloe, en Altái, conocido popularmente como el lago de los cisnes. Un ánade real intruso dio un tono gracioso a la foto y le rindió al fotógrafo el premio en la categoría estos animales divertidos.
La foto de Vladímir Melnik En el estrecho de Eyra. Archipiélago Tierra de Francisco José 2018 ganó en la categoría archivo vivo.
En la categoría infantil mundo de las personas, Daria Polomoshnova se llevó el oro con una foto de su hermano leyendo un libro en un día en que les faltó energía eléctrica en su casa. ¡Con un libro interesante, no necesitas Minecraft!, se bautizó la instantánea.
Las orejitas erguidas de unos corzos, registradas por Yaroslava Merkulova, ganó en la categoría infantil mundo animal.
Los Caracoles parlanchines de Filip Jarchenko le rindieron el premio principal en la categoría infantil macromundo.
En la categoría infantil paisaje, la vencedora fue Olga Barkanova con la obra Ondas triples, registrada en la isla de Iturup, en el archipiélago de las Kuriles.