"Dejemos a un lado esa dialéctica estéril de los unos y los otros y busquemos juntos un nuevo nosotros. Cambiemos las amenazas por propuestas, vengan de donde vengan", dijo Sánchez durante su intervención en el evento organizado por la patronal catalana Foment del Treball.
Ambos líderes se encontraron por primera vez desde la investidura de Aragonès del pasado 21 de mayo, y pocos días después de hablar por teléfono para acordar una primera reunión a lo largo de junio.
"Es el momento ineludible de encontrar una solución a determinados problemas que nos ralentizan y que comprometen nuestra economía y nuestro éxito como sociedad, en España y en Cataluña", afirmó el presidente español, que pidió unir "esfuerzos" para superar el desencuentro político.
Por su parte, el nuevo presidente de Cataluña habló de "afrontar una nueva etapa de normalización" en las relaciones con España y de "poner soluciones sobre la mesa" para "superar el bloqueo" y "avanzar en la resolución del conflicto".
También se mostró partidario de "escuchar y respetar" las dos visiones y de emprender "el diálogo y la negociación" entre gobiernos para "construir acuerdos".
"No será fácil, será extraordinariamente difícil, pero es una oportunidad y una obligación", señaló Aragonès.
El acercamiento entre los presidentes de España y Cataluña se da en medio de la polémica por la previsión de que el Gobierno de Sánchez conceda los indultos a los políticos catalanes en prisión por el referéndum de 2017.