Anteriormente, el consulado ruso en la ciudad nipona de Sapporo informó a Sputnik que Japón inició un caso penal contra el tercer capitán asistente del barco ruso Amur, que colisionó el pasado 26 en mayo con una goleta de pesca japonesa, provocando la muerte de tres japoneses.
"Se le imputa un homicidio involuntario durante el desempeño de sus funciones. Por lo que sabemos, las autoridades competentes de Japón también tienen la intención de dar una evaluación adecuada a las acciones del capitán de la goleta japonesa. Esperamos que las autoridades japonesas realicen una investigación objetiva e imparcial, e igualmente estudien las causas de la tragedia", dijo Zajárova.
La diplomática precisó que confía en que el barco Amur y toda la tripulación de la nave sean devueltos en breve a Rusia.
Según la portavoz, la embajada de Rusia en Japón y el consulado en Sapporo siguen de cerca la situación, mantienen un contacto permanente con la tripulación del barco, el dueño de la embarcación y las autoridades locales competentes.
Zajárova aseguró que los marineros rusos se sienten bien, se les suministra agua y alimentos, y la compañía propietaria del Amur contrató a un abogado para proteger al marinero arrestado.
El pasado 2 de junio, una corte nipona exigió detener el buque ruso Amur como garantía de indemnización por su colisión con el pesquero japonés Daihachi Hokkoumaru en el mar de Ojotsk a finales de mayo.
El 26 de mayo, el pesquero japonés Daihachi Hokkoumaru volcó después de chocar con el barco ruso a 23 kilómetros del puerto de Monbetsu.
Tras el accidente, la tripulación rusa rescató a los cinco japoneses que estaban a bordo del pesquero, tres de ellos se encontraban en estado crítico y luego murieron. Los 23 tripulantes rusos salieron ilesos.