En las imágenes se puede ver que el hombre se metió en el agua sin ningún tipo de protección y pretendía espantar a los tiburones a plan de patadas y gritos mientras recogía el pez que había mordido su anzuelo.
Para fortuna suya, el hombre no se convirtió en la presa del depredador marino y su inocente táctica de patear en el agua logró espantar a los tiburones.