En una declaración difundida por la Casa Blanca, Biden señaló que "el terrorismo nacional, impulsado por el odio, la intolerancia y otras formas de extremismo, es una mancha en el alma de Estados Unidos" y "supone un desafío directo" a la seguridad nacional, la democracia y la unidad.
Según el mandatario, la nueva estrategia define un enfoque integral para hacer frente a esta amenaza, preservando los derechos y libertades civiles que son fundamentales para la nación.
"Es un proyecto que debería unir a todos los estadounidenses. Juntos debemos afirmar que el terrorismo nacional no tiene cabida en nuestra sociedad. Debemos trabajar para erradicar los odios que con demasiada frecuencia pueden generar violencia. Y debemos reafirmar nuestro compromiso con la defensa y la protección de nuestras libertades básicas", remarcó Biden.
La nueva estrategia se basará en cuatro pilares: analizar la información relacionada con el terrorismo nacional; prevenir el reclutamiento y la radicalización de individuos; contener y desbaratar la actividad terrorista; y, finalmente, contrarrestar los factores que contribuyen al terrorismo en el país a largo plazo.