"Voy a ser muy franco: nunca me presenté como candidato a nada, por eso no estoy retirando la candidatura", dijo en una entrevista en el programa Conversa com Bial, en la cadena donde forjó su carrera, la todopoderosa Globo. A pesar de sus palabras, era un secreto a voces que Huck estaba pensando ser candidato.
Su nombre aparecía de forma recurrente en las encuestas de opinión y él mismo iba adoptando una postura cada vez más "presidenciable", participando en debates públicos con líderes políticos, opinando en Twitter sobre la actualidad y escribiendo densos artículos de opinión sobre sus ideas para arreglar Brasil.
En lugar de intentar ocupar el Palacio del Planalto, Huck decidió asumir otro reto profesional: ocupar la franja de los domingos por la tarde, sustituyendo al clásico programa Domingão de Faustão, en el aire desde hace 32 años.
El candidato de las élites
Las élites económicas y mediáticas soñaban con una candidatura de Huck para hacer esquivar el enfrentamiento entre el presidente Jair Bolsonaro y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011). El presentador podría ser la cara de la "tercera vía", un nombre de centro (más bien centro-derecha) para "acabar con la polarización".
Su nula experiencia política no parecía ser un obstáculo, y hasta el expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2003) mostraba cierta simpatía ante su posible candidatura, en parte por la dificultad que el PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña) está teniendo para presentarse como una alternativa viable en el espectro de la derecha.
Aparentemente, Huck era un producto perfecto, porque aunaba dos grandes virtudes: educado y perfumado al gusto del mercado financiero, pero con el tirón popular de quien sabe dialogar con una ama de casa en las chabolas del Brasil profundo.
A pesar de que es relativamente joven (49 años), Huck es un viejo conocido para las familias brasileñas. Cada sábado, desde hace más de dos décadas, presenta el Caldeirão do Huck, un programa de entretenimiento de fuerte cuño social. Además, tiene una organización no gubernamental para promover el desarrollo de jóvenes en el medio audiovisual.
15 de junio 2021, 20:35 GMT
Poco apoyo en las encuestas
No obstante, los brasileños no parecieron dispuestos a aventurarse de nuevo en manos de un inexperto. Según una encuesta de Datafolha del pasado mes de mayo, si las elecciones fuesen hoy, el presentador tendría apenas 4% de los votos.
Además de ese porcentaje discreto llamaba la atención otro dato: su elevado índice de rechazo. El 29% de los brasileños aseguró que no le votaría de ninguna de las maneras, una parte considerable teniendo en cuenta que Huck nunca actuó como político.
Quedará la duda de si Huck se apeó de la carrera presidencial al ver que su hipotética candidatura se desinflaba antes de tomar forma o si realmente estaba de verdad entusiasmado con llegar a las codiciadas tardes de domingo de la Globo.