Según los datos previos, los daños directos e indirectos para la parte palestina son de, como mínimo, 244 millones de dólares. Se trata de un cálculo provisional, los daños reales pueden ser mucho mayores.
En la foto: un palestino en un edificio destruido en la Franja de Gaza.
El fondo de viviendas y la infraestructura fueron muy dañados, ya que los ataques aéreos se lanzaron contra los edificios residenciales, las escuelas, las mezquitas, las carreteras, las instituciones gubernamentales, la canalización, las tuberías de agua, los hospitales, los centros de urgencias, etc.
En la foto: un niño palestino en una ventana de un edificio destruido.
Un peluquero atiende a un cliente sobre las ruinas de su peluquería.
Según los datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, durante el conflicto palestino-israelí de 11 días en la Franja de Gaza fueron dañados o destruidos casi 17.000 edificios, incluidos los residenciales, por lo cual más de 80.000 personas fueron privadas de condiciones de vivienda normales.
En la foto: los niños palestinos preparan maíz caliente al lado de las ruinas de su casa en la Franja de Gaza.
Tras el anuncio del alto el fuego, miles de palestinos regresaron a sus hogares. Muchos de ellos se vieron obligados a buscar otro refugio, ya que sus viviendas fueron destruidas. Algunas familias intentan reconstruir sus casas y se alojan en tiendas al lado de las ruinas.
La situación en el sector eléctrico es complicada: si antes la energía eléctrica se generaba por 12 horas, ahora son, como máximo, cinco horas al día.
En la foto: un palestino en su casa derribada.
La ONU informa que alrededor de 800.000 personas en la Franja de Gaza no tienen acceso permanente al agua potable, ya que casi un 50% del sistema de abastecimiento de aguas fue dañado por los ataques aéreos israelíes. En la foto: un palestino duerme en su hogar destruido.
Según el director regional del Comité Internacional de la Cruz Roja, Fabrizio Carboni, los palestinos tardarán años en reconstruir las casas que fueron destruidas y mucho más tiempo para normalizar sus vidas. En la foto: un niño palestino sobre las ruinas de una casa destruida.