"En coordinación con los equipos técnicos y atendiendo la solicitud de padres de familia y maestros, el Ministerio de Educación ha tomado la determinación de ampliar el descanso pedagógico por el lapso de una semana más, en el marco del cuidado de la salud y la vida", dijo en conferencia de prensa el ministro del área, Adrián Quelca.
La ampliación de las también llamadas vacaciones de invierno, que se iniciaron el 1 de junio, se daba por segura en medios locales ante el recrudecimiento del frío en la etapa inicial del invierno austral y el fuerte avance de la pandemia, con cifras récord de nuevos contagios diarios.
Quelca dijo que habrá solo "una adecuación que no va a ser sustancial" en el calendario escolar anual, que debería concluir el 30 de noviembre y se prolongaría eventualmente hasta mediados de diciembre.
El descanso de medio año se cumplía habitualmente en julio, pero fue adelantado a junio como medida de precaución ante la pandemia y para facilitar la vacunación de todos los docentes de ciudades y áreas rurales, según la argumentación oficial.
"Hemos recibido información de un incremento de casos de COVID-19 que ha afectado a maestros, estudiantes y padres de familia y el Senamhi (Servicio de Meteorología) ha informado que llega un frente frío", justificó el ministro.
Añadió que se prevé que a partir del 28 de junio las clases en los ciclos primario y secundario continúen desarrollándose en forma virtual en las ciudades y semipresencial en las provincias y áreas rurales donde no hay suficientes servicios de Internet.
El año pasado, durante la primera ola de la pandemia, el entonces Gobierno transitorio de Jeanine Áñez (2019-2020) clausuró anticipadamente en agosto la gestión escolar.