La Bestia —el Cadillac de 1,5 millones de dólares del mandatario estadounidense— cuenta con cámaras de visión nocturna y cañones de gas lacrimógeno.
A bordo se encuentra un sistema de comunicación de última generación integrado. El teléfono satelital tiene una línea directa con la vicepresidenta Kamala Harris y el Pentágono.
El vehículo también cuenta con un sistema de oxígeno seguro y un suministro de la propia sangre del presidente en caso de emergencia, escribió Daily Mail.
La Bestia fue construida para resistir ataques químicos y biológicos, así como balas y explosiones. Sus ventanillas tienen un grosor de 8 centímetros, mientras que el blindaje de acero y cerámica tiene un grosor de 20 centímetros. Sus puertas pesan tanto como las de un avión Boeing 757. Además puede seguir avanzando incluso si los neumáticos se desinflan. El depósito de combustible de la Bestia está blindado y relleno de una espuma especial que impide que explote incluso en caso de impacto directo.
Aunque muchas de las características de la Bestia siguen siendo altamente clasificadas, su maletero también está equipado con un sistema de extinción de incendios, protección contra humo y gas.
Por su parte, el presidente ruso cuenta con su propia limusina que es capaz de protegerlo incluso si se sumerge completamente bajo el agua. Las ventanas y la carrocería de la limusina están blindadas y pueden resistir el disparo de un fusil de asalto Kalashnikov. Las ventanillas del vehículo tienen un grosor de más de 6 centímetros.
Además, el Aurus cuenta con neumáticos antibala, un sistema de comunicación avanzada que apoya las funciones de teleconferencias y un sistema de compresión de aire capaz de resistir un ataque con gases.
Asimismo, los asientos tienen una función especial que los pone en una "posición de seguridad más favorable" si el coche detecta que una colisión es inevitable.
El Aurus Senat es una limusina blindada que funciona con un motor V8 de 4,4 litros y 598 caballos. Mide más de 6,5 metros, incluye un sistema de propulsión híbrido y una transmisión automática de 9 velocidades, lo que permite enviar la potencia a las cuatro ruedas. El coche cuesta unos 1,5 millones de dólares.