Según publican medios uruguayos, el supuesto ataque sexual ocurrió en el hotel Deville de la ciudad de Cuiabá, donde se hospeda la selección de Uruguay, contra una empleada del lugar. La AUF calificó el "supuesto comportamiento" del hombre uruguayo como "repudiable e inaceptable".
"Una vez de regreso en Montevideo, se dará inicio formal al proceso de investigación administrativa correspondiente, respetando las garantías del debido proceso", agregó el cuerpo gobernante del fútbol de Uruguay en un escueto comunicado.
Por su parte, la Conmebol indicó que "se mantiene atenta a las resoluciones emanadas de las autoridades judiciales o administrativas que se ocupan de la denuncia y acatará puntillosamente lo que ellas dispongan".
Además, la entidad que organiza la Copa América 2021 "rechaza y condena enérgicamente cualquier forma de acoso sexual". También asegura que "seguirá trabajando por un fútbol libre de discriminación, violencia y acoso y en favor del deporte como un instrumento de desarrollo y crecimiento de las personas y las sociedades".