El objetivo de la prueba era averiguar si el portaviones podía soportar las condiciones de combate y estaba listo para ir a la guerra. La prueba de choque se realizó con explosivos activos en el océano Atlántico frente a la costa de Florida. La Marina detonó casi 18 toneladas de explosivos a pocos metros del USS Gerald R. Ford. La explosión fue registrada como un terremoto de magnitud 3,9 por el Servicio Geológico de EEUU.
En el video publicado por la Marina se ve una enorme explosión y agua que sale disparada del océano.
La Marina aseguró en un comunicado que la prueba se llevó a cabo "dentro de un estrecho calendario que cumple con los requisitos de mitigación medioambiental, respetando los patrones de migración conocidos de la vida marina en la zona de pruebas".
La última prueba de este tipo realizada por la Armada estadounidense tuvo lugar en 2016.
El USS Gerald R. Ford es el portaviones más nuevo y avanzado de la Marina estadounidense.
"El primer portaviones de su clase se diseñó utilizando métodos avanzados de modelado por ordenador, pruebas y análisis para garantizar que el buque está endurecido para soportar las condiciones de batalla, y estas pruebas de choque proporcionan datos utilizados en la validación de la dureza de choque del buque", lo describió en un comunicado.
El buque cerró en abril un exitoso periodo de 18 meses de pruebas posteriores a la entrega. Tras la finalización de las pruebas de explosivos, el buque se enfrentará a seis meses de modernización, mantenimiento y reparaciones antes de ser desplegado en las operaciones, añadió la Marina.