"Las medidas establecidas en el presente Decreto Supremo estarán vigentes a partir del 16 de enero hasta el 31 de agosto de 2021, sujeto al comportamiento epidemiológico del COVID-19", dijo un decreto publicado en la Gaceta Oficial.
Las medidas, que incluyen el uso obligatorio de barbijos, el distanciamiento social, la restricción de todo tipo de actividades que provoquen aglomeración de personas y otras normas, tenían vigencia programada hasta el 30 de junio después de varias prórrogas de su vigencia.
Tercera ola
Con el decreto publicado este 24 de junio, el Gobierno de Luis Arce descartó nuevamente la imposición de una cuarentena rígida nacional, que habían planteado en los últimos días varias autoridades regionales, en especial en el departamento oriental de Santa Cruz, el más afectado por la pandemia.
La ampliación de la vigencia de las medidas de combate al COVID-19 fue dispuesta mientras el país soporta una tercera ola de contagios, con varias marcas mayores a los 3.000 casos diarios en el último mes, y dificultades en la campaña de vacunación debido a la escasez de suministros.
Bolivia acumuló hasta este 24 de junio más de 426.000 casos de COVID-19, incluidos 16.329 decesos, con una letalidad global de 3,8%, aunque el Ministerio de Salud destacó que esa tasa bajó a 2,6% durante la actual ola de infecciones.
La vacunación, entretanto, sumó 1,7 millones de aplicaciones de primeras dosis y poco más de 600.000 de segundas dosis.
Según el decreto, hasta el 31 de agosto seguirá vigente la obligación de presentación de análisis PCR con resultado negativo de COVID-19 para todas las personas que ingresen a Bolivia, por las fronteras aéreas, terrestres, lacustres y fluviales, excepto los habitantes de poblaciones fronterizas.
Los Gobiernos regionales podrán disponer restricciones a la circulación de vehículos privados y de transporte público, como están haciendo desde el año 2020.