El canciller caracterizó como "alarmante al extremo" la situación configurada en el ámbito de la estabilidad estratégica.
"La salida unilateral de Washington del Tratado sobre los misiles de alcance medio y corto (INF) dañó seriamente todo el sistema de control de las armas nucleares y sus portadores. En relación con eso, nos extraña la ausencia de una reacción clara de los países de la OTAN a la propuesta del presidente ruso de impedir el surgimiento en Europa de misiles de esta clase con base en tierra, tanto con cargas nucleares como sin éstas. Putin expresó al mismo tiempo la disposición de coordinar las medidas de verificación, a lo que Occidente procura hacer caso omiso", señaló Lavrov.
Rusia en todo caso hará lo máximo para garantizar su propia seguridad y la de sus aliados, subrayó.
El 26 de octubre pasado, Vladímir Putin promovió una nueva iniciativa sobre la atenuación de la creciente tensión en Europa tras la salida de EEUU del Tratado INF.
El mandatario anunció que Rusia está dispuesta "con buena voluntad" a no desplegar misiles 9М729 en la parte europea de su territorio "siempre y cuando los países de la OTAN tomen medidas similares para excluir el despliegue de armas prohibidas por el Tratado INF en Europa". Además propuso a la Alianza Atlántica inspeccionar recíprocamente los sistemas Aegis Ashore con lanzaderas Mk-41 instalados en Europa y los misiles 9М729 emplazados en la región de Kaliningrado, enclave ruso en la región báltica.
La novena edición de la Conferencia de Moscú sobre Seguridad Internacional, organizada por el Ministerio de Defensa de Rusia, se celebra del 22 al 24 de junio.