"Abrimos los jardines a la visita de cuantos quieran hacer un acto de respeto, de memoria y de reposición de las víctimas de la dictadura", dijo la vicepresidenta primera del Gobierno, ministra también de Memoria Democrática.
Lo que este 26 de junio se ha hecho en los exteriores de este caserón gallego es firmar el protocolo de coordinación entre la Administración central del Estado, la autonómica gallega, la provincial de A Coruña y el Ayuntamiento de Sada, donde se ubica la finca.
Los jardines abrirán al público el próximo 4 de junio en visitas guiadas y con cita previa.
Respecto a los interiores, aún no hay acuerdo entre las administraciones, aunque el Gobierno central argumenta que necesita una reforma.
El pasado septiembre una histórica sentencia obligó a los nietos de Francisco Franco a devolver la propiedad del Estado.
Ahora, la Administración y los descendientes del dictador litigan sobre la titularidad de algunas propiedades en su interior consideradas Bien de Interés Cultural o de la biblioteca de Emilia Pardo Bazán, la considerada madre de las letras gallegas y propietaria original de la finca.